Luego de casi dos años sin actividades en el Centro Día para Personas Mayores Padre Damián de Molokai y con un intento de reapertura unos días antes de Navidad, su directora Marta Barahona, se refiere al ansiado ambiente de retorno que se produjo hace algunas semanas.
“Han sido días maravillosos, de mucha alegría y compartir. Esta es su casa. Creo que no existe otro lugar como nuestro centro donde se le entregue la calidad de atención y vida a los beneficiarios y beneficiarias que a diario acogemos”, sostiene Barahona.
El Centro Abierto recibe, en la actualidad, diariamente a 12 personas de la tercera edad que se encuentran, generalmente, solas y sin la atención de sus familias o los cuidados que merecen. No solo se les entrega la alimentación adecuada, sino que descubren un espacio donde, además de tener atención integral a sus problemáticas, crean sanas relaciones afectivas que les devuelven la alegría de vivir. Tiene capacidad para recibir a 30.
En los casos en que es posible, se les ayuda a reconstruir lazos con sus familias, para reencontrarse con su pasado y valorar su presente. También tienen acceso a talleres que les ayudan a crecer y mantenerse, dentro de lo que pueden como autovalentes, experimentando que tienen mucho que ofrecer a la sociedad y al mundo. “Por el momento tenemos el apoyo de la Fundación Amanoz y Juanita Díaz. Estamos buscando nuevos convenios para otorgar otras actividades y colaboración en lo psicológico, legal y salud a los usuarios y usuarias”, dijo la directora.
En la oportunidad, también invitó a personas mayores de la comuna de Macul y aledañas, que sean autónomas en su capacidad funcional y que requieran compañía a participar e inscribirse en el establecimiento que funciona entre las 9 y las 17 horas.